El recipiente mezclador tiene forma cónica con un rotor central cuya velocidad tangencial es de 3 a 30 m/s. La velocidad del rotor causa una fuerza centrífuga que empuja el producto hacia la pared del recipiente cuya forma causa un movimiento hacia abajo.
La tapa curva guía el producto hacia el centro del mezclador y en la parte superior una cuchilla produce un impacto para dispersar eficazmente los polvos y líquidos cohesivos y controlar el tamaño de partícula. El mecanismo de mezcla patentado de Cyclomix garantiza la homogeneidad final del producto en un tiempo de tratamiento ultracorto.